Noti Derechos Humanos 56

 

Injerencia presidencial contradice principios de París

 

La ingerencia del Presidente de la República en el proceso de elección del Procurador de los Derechos Humanos, riñe con normas internacionales sobre la materia y contradice los Principios de París, que marcan la pauta sobre lo que deben ser las instituciones nacionales de derechos humanos.

 

Así lo asegura el conocido defensor de los derechos humanos, Factor Méndez Doninelli, en su columna Contravía, publicada en el diario La Hora este viernes 11 de mayo, en la cual señala que la inclinación del general Otto Pérez Molina a favor del diputado Jorge de León Duque “pone en riesgo la institucionalidad, independencia y objetividad que debe tener el PDH”.

 

En su titular de primera plana, de este mismo 11 mayo, elPeriódico dice que De León tiene apoyo para ser Procurador, gracias a Otto Pérez, el Partido Patriota y otras bancadas. Sin embargo, en páginas interiores, este matutino da cabida a la evaluación que hace Ramón Cadena, de la Comisión Internacional de Juristas, en el sentido de que el apoyo presidencial a De León Duque “compromete al aspirante y lo deja al margen de la independencia que debería tener la institución”.

 

Por su parte, el también matutino Siglo.21 en uno de sus titulares secundarios de primera plana destaca: “Critican a Otto Pérez por apoyo a De León Duque”, y en páginas interiores cita a María Isabel Mejicano, del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, para quien “si la bancada del PP decide apoyar a Jorge de León pues,… este arroz ya se coció…El bloque ha trabajado muy de la mano con el presidente y acata las líneas de trabajo que él ha expresado”.

 

A este respecto, Méndez Doninelli anota que está claro “que De León Duque es el hombre preferido del Presidente para ocupar la silla del PDH, lo cual de entrada amarra compromisos e hipoteca la independencia de la institución del PDH, poniendo en precariedad la objetividad con la que se debe ejercer la observación y exigibilidad en la realización de los derechos humanos”.

 

De poco o nada sirven los procedimientos de postulación y selección de candidatos, de audiencias y participación de organizaciones de sociedad civil y gremiales; si de todas formas, la clase política marrullera, impone acuerdos tomados bajo la mesa, maneja doble agenda y saca cartas bajo la manga, para colocar a sus propias piezas en los espacios de poder afines a sus intereses sórdidos y bastardos, comenta el columnista.

 

“Así no se construye la democracia participativa ni la Patria que anhelamos”, concluye Méndez Doninelli.